Ya
retirado sigue transmitiendo con la misma pasión que derrochaba sobre el
parquet los valores de su amado deporte, el baloncesto. Jugador de raza y
esfuerzo, se caracterizaba por ser todo un profesional de la cabeza hasta sus
inmensos pies. Su nombre Lucio, su apellido Angulo. En la camiseta un Espinosa
en honor a su madre fallecida. Un precioso gesto por parte de un jugador que
años después de abandonar las canchas ACB sigue siendo recordado y querido por
gran parte de los aficionados.
Pregunta: ¿Cómo fue la experiencia
en la LEB Oro cuando estuviste en el Cáceres?
Respuesta:
Todos los momentos tienen sus circunstancias y sus retos. Mi objetivo no era
bajar a la LEB pero por circunstancias se presentó la opción. Me pareció un
proyecto serio y atractivo que luego se desvirtuó, así que lo acepté. Los
jugadores de baloncesto a veces nos buscamos retos y las opciones más claras eran
las del Cáceres, pero mi primera opción fue quedarme en la ACB.
P: ¿Por qué decidiste retirarte?
R:
Los jugadores tienden a poetizar, justificar o perdonar su retirada. Es un poco
triste decir que a uno le ha retirado una lesión o una circunstancia. Tú
sopesas las opciones que tienes de seguir jugando al máximo nivel y decides. No
es lo mismo la retirada de Carlos Jiménez ahora o la que tuvo Alberto Herreros.
En mi caso sopesé un poco todo, le das vueltas, piensas en como lo verán los
periodistas... Ahora estoy en un colegio y los niños me dicen tu has jugado en
el Madrid. Mi retirada fue por falta de opciones, tuve una y no clara aunque
físicamente estaba bien, no como cuando tenía 28 años pero sí bien. La medicina
y la fisioterapia han mejorado mucho y se ven jugadores que con avanzada edad
alargan sus carreras.
P: ¿Después de jugar en un coloso
como el Madrid hay vida?
R:
Esa es la visión exterior fuera de la burbuja. En realidad tienen vida siempre.
El problema en el baloncesto es mental. Hay gente a la que ir al Madrid o salir
de él le parece una hecatombe y se descoloca. Lo importante es estar bien ubicado,
bien dirigido y la planificación. Creo mucho en ella porque tú planificas
diferentes escenarios. No es lo mismo jugar en Madrid soltero, que en Alicante
casado, que luego mover tu familia hasta Cáceres. El baloncesto es una vida nómada
y todos los que alargan la carrera es porque tienen una facilidad para el
cambio.
P: Has estado en Italia, ¿ es muy distinta
la relación allí de los medios con los deportistas?
R:
Yo estuve en Italia apenas un mes, así que diferenciaría más entre trabajar en
un Madrid o en la Selección donde trabajas con grandes que te amortiguan todo
el trabajo que hacerlo en Alicante, Cáceres o Huesca donde ves las
diferenciaciones. En la Selección estas muy arropado, están los jefes de prensa
por los que pasa todo y es mejor porque así te libera, todo tiene un control y
se distribuyen las atenciones a los medios porque hay jugadores que son más
demandados que otros. En el Madrid otra
diferencia es el sensacionalismo y la onda expansiva, tú en el Madrid dices es
una verbena y eso se transforma y tiene una repercusión grandísima.
P: Viviste eso en tus carnes tras
la derrota ante el Maccabi de Tel Aviv y las polémicas declaraciones de esto es
una casa de putas. ¿Qué paso?
R:
Fue una experiencia personal pero me sirvió mucho. Fue en una rueda de prensa
de pie, de media hora y ese fue el titular que quedó bien. Yo fui una
herramienta, no era necesario sacar de contexto las palabras. Fue un ataque a
la institución del Real Madrid, por parte de uno de sus miembros. El baloncesto
es el hermano pequeño y el futbol es el que mueve el dinero. A mi se me usó
para atacar un ente mayor, pero me di cuenta de mi error. El periodista a veces
va buscando ciertas cosas, a veces se encuentra con situaciones así. Los jugadores
para no jugarse el tipo tienen unas contestaciones de eliminación de riesgos
porque saben que ellos están ahí para jugar. Hablar es una parte de tú carrera
que no has elegido pero esta ahí.
P: ¿Cuándo seas abuelo qué contarás
a tus nietos de tú carrera deportiva?
R:
Todo se difumina en el tiempo. Yo recuerdo a Emiliano y ahora nadie lo hace. A
mi el baloncesto no me ha dado una perspectiva de un jugador como podéis tener
vosotros de Alberto Herreros. A mí me gustaría los valores que he aprendido del
baloncesto: respeto, disciplina… trasladárselos a mis nietos.
P: ¿Por qué decidiste abrir un blog
y qué importancia le das a las redes sociales?
R:
Las redes sociales son necesarias pero peligrosas. En la NBA a los jugadores
cuando llegan les dan un cursillo de precaución con el que Garbajosa, que tenía
cierta edad, se reía mucho. No todos los jugadores saben usar las redes
sociales, es una herramienta útil si se sabe hacer. Conozco gente que ha
patinado por ejemplo German Gabriel, al que se le fue de las manos una cosa. En mi caso decidí abrir el blog en el declive
de mi carrera. Dos amigos me animaron a escribir puntualmente y a mí que me
gusta escribir decidí hacerlo. En la actualidad veo que hay muchos blogs de
baloncesto escritos por jugadores importantes que son muy planos, pero un
jugador de media tabla si decide hacer uno tiene cosas más interesantes que
contar y otras experiencias diferentes.
P: ¿Qué consideras más propio que
un jugador de élite tenga una persona que le escriba en las redes sociales o
qué las experiencias personales del jugador las exprese el mismo?
R:
Yo abogo por un modelo NBA más de espectáculo. Hay que vender el muñeco y a
nosotros no se nos ha explicado como hacerlo. Yo no puedo decir todo por los
jugadores, estos deben ser más abiertos, más naturales. Yo el Pau Gasol que
conozco no es el mismo que leo por ahí porque es un personaje público.
P: ¿Cómo titularías vuestra
victoria en el Palau Sant Jordi en 2002?
R:
Soy de pensar lento. De ese partido se recuerda cuando Sasha Djordjevic fue
expulsado y conseguimos la victoria, pero no se dice que jugamos bien, los
medios solo se quedaron con el problema de Sasha. Ahora estoy trabajando con
chavales y la extinción de la atención funciona muy bien. Si a la gente le das
el titular hecho, tienes un campo importante, que a veces está obligado por el
medio. A mí me resulta más agradable
resaltar lo deportivo, incluso si se ha perdido.
P: ¿Te sentiste talismán al haber
ganado al año anterior con TAU?
R:
La suerte se trabaja, suerte no es justicia. He tenido la suerte de estar en
equipos grandes, pero no he ganado siempre. He jugado tres finales de copa y de
liga y solo he ganado una. La primera vez que vayas a una Copa seguramente no
la ganes porque tienes que pasar un bagaje, quemar una etapa… porque hay
sensaciones que no has vivido y los jugadores se miden por sensaciones.
P: ¿Cuáles son los jugadores qué más
te han sorprendido?
R:
El factor sorpresa se va descompensando un poco, al principio me chocaban
ciertas actitudes de americanos, jugadores en tanto a calidad, entrenadores
para bien y para mal. El factor sorpresa nunca se pierde. Yo usaba un
autorregulador que era no crear desde el principio muchas expectativas, empezar
muy plano y luego ver lo que sumaba al juego.
P: Pon algún nombre del mejor.
R:
Ricky Rubio. Jugué contra él cuando era mozalbete un amistoso con el Etosa
Alicante y ellos venían con un Joventut lleno de chavales jóvenes con Pere
Tomas y Ricky de pretemporada. Ahí le conocí, me robó tres balones y perdimos
de 20. Juegas contra Sasha, Navarro o Pau y sabes lo que es pero no tenía
ninguna idea preconcebida de ellos. Me sorprendió también mucho Pau en esa copa,
que nos ganaron por la progresión que había tenido como jugador.
P: ¿Por qué no te ves como
entrenador?
R:
Si me veo, pero creo que todos vamos cogiendo un bagaje. Hay gente que
mentalmente se prepara para ser entrenador. Perasovic en Vitoria siempre decía cuando
sea entrenador te ficharé, hay gente que piensa como entrenador como mi hermano
o Pablo Laso. A lo mejor no he educado mucho mi perspectiva. Creo que sería capaz hasta cierto punto pero
antes debería seguir un necesario periodo de educación. Mi hermano empezó con
juveniles, luego paso a EBA… Pablo Laso, por su parte tuvo un salto brutal pero
supo llevarlo.
P: Lolo Sainz dijo que eras un
jugador líder, que estimulaba al equipo. ¿Cómo te describes dentro de un
vestuario?
R:
Lo de describirse a uno mismo se tiende a no llevar. Creo que he aprendido con
el tiempo. Al principio era muy visceral y de entrega total. Se nota en las
edades de maduración como es una persona. Ricky
Rubio por ejemplo, es mucho más maduro de la edad que tiene y también
hay gente que no lo sabe hacer. Las edades también importan. Lo bueno de un
jugador joven es que se entregan al máximo y no piensan mucho. No puedes
cuestionar al entrenador si no intentar hacer las cosas bien, creo que esta ha
sido una de mis virtudes. Y además he
aprendido a aprender. Con 18 años me subieron con los mayores del CAI y un
entrenador me dijo que no animaba a los compañeros, y me ordenó animar. Al
principio no me salía natural. Luego poco a poco de forma espontanea te va
saliendo.
P: ¿Eras supersticioso?
R:
Yo no, Garbajosa es el más acusado. No he sido muy maniático pero si conozco
muchos jugadores que tienden a tener rutinas. Cuando tiras un tiro libre es muy
bueno tener una rutina, hacer siempre el mismo gesto porque las rutinas
tranquilizan. Cada uno lo hace de una forma diferente porque hay arranca tu
gesto y luego ya mecanizas. Pero pasar de rutinas a manías me parece peligroso,
porque se pasa de usar una cosa a depender de ellas.
P: ¿Creé que la prensa le valoraba
lo suficiente como defensor?
R:
Creo que sí. Aunque quizá lo que la gente no entiende es que en el equipo si
que se te reconoce, si que te dan un rol. Puedes ser una maceta pero si coges
10 rebotes puedes tener sitio en un equipo. Creo en los roles y la especialización
porque lo ha vivido. A veces es un poco menos grato que los medios no lo resalten
tanto pero los equipos y los jugadores comen con muy poco.
P: ¿Cuál ha sido el jugador que más
te ha costado defender?
R:
Con Navarro sufría bastante porque era un jugador que muchas veces es
contradictorio porque se le defiende atacándole. Una vez le metí dos canastas a
Navarro, le saqué dos faltas y así le tuvieron que sacar del campo. Los
scouting a veces son muy cortos para no congestionar al jugador, los de Navarro
eran de hoja y media y no te daban margen de fallo. Defendí también a
Macijauskas, Stojakovic y Epi que eran como él.
P: ¿Ahora ya retirado cuando juegas
pachangas con los amigos, sigues llevando la mascara?
R:
Sasha era un maravilloso jugador que tenía un buen marketing. De el aprendí
eso, un jugador también es un producto y tiene que venderse, vender
espectáculo. Sasha salía con las coderas, rapado… y era el rey de eso. Era
capaz de abarcar mucho más. La mascara me dijeron llévala dos meses y lo hice
todo un año porque me parecía una seña de identidad y me gustaba jugar un poco
a eso a construirme.
P: ¿Un sueño por cumplir y qué
cumplirás?
R:
He sido muy realista. Ibaka cuando estaba en el Congo decía quiero jugar en la
NBA, pero con los años te vas marcando metas realistas. Es peligroso marcarte
metas largas y soñar a largo plazo. Cuando llegué al CAI pensaba que ya había
cumplido, pero existe el motor y la ambición. Tenía las cosas fáciles porque la
competición estaba en casa porque era mi hermano. Cada uno se marca sus límites,
sueños y objetivos.
P: ¿Cuál es el panorama actual de
la ACB?
R:
Creo que hay que pensar que le da resultados al Barcelona y trasladarlos al
Madrid. Ahora la Liga, desgraciadamente depende mucho de la economía, y los que
tienen más suben y los de menos van para abajo. Da tristeza que sea tan obvio.
Ahí radicaría en la imaginación de los entrenadores sacar réditos de plantillas
con menos desarrollo.
P: ¿Por qué los jugadores españoles
no iban antes a la NBA?
R:
Todo lleva su proyecto. En ese momento el baloncesto español no estaba
preparado para confluir con el baloncesto estadounidense aunque si había gente
de calidad. La NBA se ha abierto ahora al mundo y todo ha favorecido a abrir
ese abanico. Además, la Selección española en muy poco tiempo ha progresado
mucho. Es importante haber sembrado un modelo, que ahora se repite y da éxitos.
Ahora, es más difícil crecer porque el modelo es muy bueno.
P: ¿Por qué estrellas en Europa
como Djordjevic o Macijauskas tenían un rol testimonial en la NBA?
R:
Ha habido gente que ha actuado como puntas de lanzas y ahora se ve como una
normalidad. Hay chavales que con 17 años quieren jugar en la NBA. Es importante
romper las barreras mentales que mucha gente se ha puesto y esos actuaron de
pioneros a pesar de sufrir mucho y no contar con tanto peso como tenían en
Europa.
P: ¿Los chavales que entrenas que
significan para ti?
R:
Con la Federación aragonesa estoy dando unos clinics, no es una constante son
esporádicos pero me ayudan a probar cosas. Trabajo con niños de muchas edades e
intento enseñarles los valores del baloncesto.
P: ¿Qué le parece el modelo de la
ACB actual. Si hicieran un estilo de tiempo de juego los domingos con
determinados partidos de baloncesto la gente lo seguiría?
R:
Es complicado porque cada ciudad tiene sus circunstancias. Tú luchas con un
público porque quieres que venga cuanto más posible. Cuando jugaba en Alicante
jugaba los domingos por la mañana, porque el Hércules lo hacía el sábado por la
tarde. Hay ciudades en las que a veces se imponen los horarios y hay intereses
por detrás que es complicado gestionar.
P: ¿Cómo ves la LEB?
R:
Deportivamente hay posibilidades. La competición se creo para sacar jugadores
(han salido jugadores), pero es triste que un club pague un mes y ya no paguen
a sus jugadores. Debería existir una mayor rigurosidad, que el club que entrara
cumpliera todas las condiciones y si no lo hace hubiera penalizaciones. Los
juzgados se están llenando de deportistas. Es muy grave que se racionalice esto
de que los clubes deban dinero. 


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